Tienda de la Chocolatera

Fecha:
Dirección: calle Nuestra Señora de la Asunción
Arquitectos:

La tienda de la Chocolatera estaba situada en la calle Nuestra Señora de la Asunción. Todavía se pueden observar sus puertas, actualmente cerradas, ya que la familia ha trasladado su comercio a la calle Utiel. El bajo donde se situaba la tienda, forma parte de una casa que tenía dos puertas, una que da a la plaza y otra en la parte de atrás, donde está el corral. En verano sacaban las sillas y hacían la tertulia en la plaza. Cuentan que el primer piso de la casa, sobre la chocolatería, se lo alquilaron al maestro Carles Salvador, quien vivió allí durante años mientras ejerció de maestro en Benimaclet. La bocacalle sin salida, donde da la parte de atrás de esta vivienda, se ha nombrado Poeta Carles Salvador, en homenaje a este gran poeta.

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El nombre de La Chocolatera viene del abuelo Jose Pastor, que era chocolatero. Para hacer el chocolate compraban el cacao, lo molían y hacían la mezcla y, una vez hecho, lo vendían por cuartos de chocolate. Eso se hizo así hasta que Sanidad comenzó a pedir condiciones sanitarias para este producto y así dejó de realizarse este famoso chocolate casero.

En un principio, el abuelo Jose Pastor no disponía de tienda y repartía el chocolate por las casas. Más tarde puso esta tienda de comestibles en la plaza, aprovechando que la casa tenía una de sus entradas por allí. Este comercio tenía un gran mostrador muy alto y tanto éste, como los estantes de toda la tienda, eran de madera, al estilo de las tiendas de antes. Las puertas de la tienda siempre estaban abierta, y se puede decir que fue un referente para el vecindario, ya que era un lugar de encuentro, puesto que entraban, compraban y mientras hacían la tertulia. Además de vender fruta y verdura, funcionaba como un ultramarinos, ya que antes todo se vendía a granel: el aceite por medio litro o por octavos, las habichuelas a peso y la fruta por piezas sueltas, todo ello por no existir en ese tiempo las neveras. Era otra forma de vida. En la época de la postguerra abrían una especie de cartilla y daban unos cupones a los clientes, casi todas las mujeres que compraban utilizaban esta cartilla para la compra extra de navidad.

Hoy en día sigue existiendo la tienda de comestibles “la Xocolatera”, aunque la han trasladado a una esquina de la calle Utiel perteneciente a la misma familia, mientras que la casa está habitada por el yerno del chocolatero. Pero la situación de la tienda, según nos cuentan, ha variado mucho, ya que “hace 20 o 25 años comprábamos el género en huertas cercanas, sin embargo ahora muchos productos vienen de fuera. Todo ha cambiado mucho y las personas más mayores se quejan de que ahora nada tiene el sabor de antes, porque se recoge todo muy verde y luego pasa a las cámaras, mientras que antes toda la maduración era natural”.